Aunque todavía ofrecerán varios conciertos en Salamanca, los integrantes del coro del Colegio San Agustín clausuraron una magnífica temporada musical con una cena en la que tributaron un merecido homenaje a su director, el padre agustino Pedro Blanco, al que agradecieron su labor con regalos y varias intervenciones de los miembros del grupo, en las que se dijo que en él “todo es música y cuanto lo llena”. “Gracias Pedro por tu sabiduría, por enseñarnos que cantar es amar la vida y acampar en la música del viento”, comentaron.
GRACIAS, PEDRO
En ti, querido Pedro, todo es música y cuanto lo llena. De tu mano, cada lunes, en cada concierto, nos crecen las notas en los ojos y haces que nuestros dilemas y rompecabezas se disuelvan como una nube en los labios del verano.
Como hombre que vienes del Renacimiento, arrastras la fe y la paciencia de quien espera que nuestras voces se fundan en el resplandor de las espigas maduras.
Gracias Pedro por tu sabiduría, por enseñarnos que cantar es amar la vida y acampar en la música del viento.
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